En comunidad de corazones vivimos la Solemnidad de la Transfiguración de Jesús en el Monte Tabor. En este día, cada uno de nosotros es Pedro, Santiago y Juan… aceptamos el llamado de Cristo, para acompañarlo hasta lo más alto, y contemplar su gloria en oración. Guiados por la Cruz de la Unidad, recordamos que Jesús se transfiguró revelando la grandeza de Dios y nos invita a transformar nuestra vida a imagen suya y decir con alegría: ¡Qué bien estamos aquí!